Tras veinte años oculta a los ojos de los transeúntes, este miércoles reabre la Montaña de los Gatos en el parque del Retiro. Uno de los ‘caprichos’ que Fernando VII ordenó construir tras la huida de las tropas napoleónicas, en 1814, al encontrarse a su regreso a España con unos jardines convertidos en fortín del invasor francés. Y que, andando el tiempo, invadieron otras fuerzas, las de una colonia de asilvestrados felinos que le prestarían su popular nombre. Por fin, después de ocho meses de obras y 2,1 millones de euros de inversión, serán los madrileños quienes puedan tomar la cima de este montículo artificial y visitar sus tripas a través de una exposición permanente.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, vista este miércoles este punto emblemático situada junto a la confluencia de la calle O’Donnell y la avenida de Menéndez Pelayo, para comprobar los trabajos que han sido realizados por el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, según fuentes del departamento que lidera Borja Carabante. Lo acompañarán en esta visita el propio Carabante, así como el delegado de Limpieza y Zonas Verdes, José Antonio Martínez Páramo, y la concejala-presidenta del distrito de Retiro, Andrea Levy.